Si estás pensando en instalar climatización en casa o en la oficina y buscas un sistema eficiente, silencioso y que mantenga una temperatura homogénea en todas las estancias, seguramente te hayas preguntado cómo funciona el aire acondicionado por conductos.
En pocas palabras, el aire acondicionado por conductos se basa en una única unidad interior, normalmente oculta en un falso techo, que distribuye el aire frío o caliente por toda la vivienda mediante una red de conductos. De este modo, se consigue una climatización uniforme y discreta, sin aparatos colgados en la pared.
Ahora bien, para entender de verdad cómo funciona es importante conocer cada fase de su funcionamiento y los elementos clave que lo componen.
Cómo funciona un aire acondicionado por conductos al detalle
Si queremos entender el funcionamiento del aire acondicionado por conductos, conviene imaginarlo como un sistema integrado que actúa en cadena. Vamos a verlo paso a paso.
El ciclo de refrigeración
Empieza en la unidad interior, que absorbe el aire del ambiente a través de las rejillas de retorno. Este aire pasa por un intercambiador de calor donde se enfriará (o calentará si está en modo bomba de calor) mediante un gas refrigerante.
El gas refrigerante circula continuamente entre la unidad interior y la unidad exterior. La exterior expulsa el calor absorbido hacia fuera. Este ciclo se repite para mantener la temperatura que queramos.
Distribución del aire
Una vez enfriado o calentado, el aire se impulsa a través de una red de conductos distribuidos por techos o falsos techos. Estos conductos lo canalizan hasta las rejillas de impulsión, que expulsan el aire climatizado a cada estancia.
Ten en cuenta también que las rejillas pueden estar ubicadas en diferentes zonas, no solo en el techo. Si están en la pared, la corriente es más directa y tendrá un efecto más intenso. En cambió, si está en el suelo el aire caliente ascenderá y lo mismo pasará con la temperatura.
Control y zonificación
El termostato regula la temperatura general, pero muchos sistemas modernos incluyen compuertas motorizadas para controlar cada zona de forma independiente. Así se optimiza la eficiencia energética y no caemos en un gasto innecesario.
Partes del sistema de aire por conductos
Sabiendo ya cómo funciona un aire acondicionado por conductos, también es interesante conocer todas sus partes para entenderlo aún mejor.
Unidad interior y exterior
- Unidad interior. La parte que se encarga de enfriar o calentar el aire. Suele colocarse en un falso techo y se conecta con los conductos.
- Unidad exterior. Aquí se expulsa el calor al exterior mediante un compresor. Debe situarse en un lugar ventilado para que funcione correctamente.
Conductos de impulsión y de retorno
Los conductos de impulsión llevan el aire climatizado hasta cada estancia, mientras que los de retorno recogen el aire caliente o frío del ambiente para que vuelva a la unidad interior y se repita el ciclo.
Rejillas
Las rejillas de impulsión reparten el aire y pueden ser fijas o motorizadas para redirigir el caudal. Tienen dos lamas para orientar el aire en todas direcciones, vertical para izquierda o derecha, y horizontal para arriba o abajo. Como consejo, si queréis que caliente mejor, orientad las láminas hacia abajo y, si es para enfriar, mejor hacia arriba.
Las rejillas de retorno se encargan de recoger el aire que proviene de las de impulsión, con lo que conseguimos el flujo continuo de aire. Lo suyo es que estén situadas en la pared contraria a donde están las rejillas de impulsión para favorecer más la circulación constante del aire.
Termostato
Desde el termostato se configura la temperatura, horarios de encendido o apagado y la zonificación si existe. Los modelos más modernos permiten controlarlo desde el móvil.
Todos los tipos de aire acondicionado por conductos
Aunque parezca un sistema único, lo cierto es que hay varias opciones y criterios para diferenciarlo. Por ejemplo, los puedes diferenciar según su rejilla, que es lo que distribuye el aire, según el conducto que es lo que controla el flujo de aire interno, y por el esquema del sistema por conductos.
Tipos de conductos
Una forma de clasificar los conductos es según el material del que están hechos. Por ejemplo, los conductos de fibra son muy habituales porque tienen un buen aislamiento térmico y acústico. Ayudan a reducir la pérdida de frío o calor y minimizan el ruido de la circulación del aire. Los conductos metálicos, generalmente de chapa galvanizada, son más robustos y se utilizan sobre todo en instalaciones industriales o grandes edificios. Su resistencia es muy buena pero necesitan aislamiento adicional para que no haya condensaciones.
Por último, los conductos plásticos (como los de polietileno o PVC) son más ligeros y fáciles de manipular, usándose más en reformas.
Otra forma de clasificarlos es según su estructura o configuración de la red. El esquema en estrella consiste en una distribución radial: cada habitación tiene su propia derivación directa. Esto permite un control muy preciso del caudal de aire para cada estancia, aunque requiere más espacio y material. Por otro lado, la red en espina de pez o lineal se basa en un conducto principal del que salen derivaciones laterales hacia las habitaciones. Esta instalación de aire acondicionado por conductos es más sencilla y económica, pero puede presentar ligeras diferencias de caudal si no se calculan bien las distancias y diámetros.
Tipos de rejillas
Normalmente se dividen en rejillas de impulsión, retorno y motorizadas. Las rejillas de impulsión expulsan el aire climatizado hacia la habitación. Su diseño suele ser regulable, con lamas orientables que permiten dirigir el flujo de aire según la necesidad de cada momento.
Las rejillas de retorno, por su parte, son las que recogen el aire del ambiente para enviarlo de nuevo a la unidad interior. Es importante ubicarlas en la pared contraria para optimizar la circulación del aire.
Finalmente, cada vez son más comunes las rejillas motorizadas, que integran pequeños motores para abrirse o cerrarse automáticamente. Son la base de los sistemas de zonificación porque permiten controlar de forma independiente la climatización de cada habitación o zona de la vivienda.
Ventajas del aire acondicionado por conductos
- Estética. Pasa bastante desapercibido porque depende más de conductos internos.
- Sistema muy silencioso. La unidad interior está oculta y aislada.
- Zonificación. Puedes ajustar temperatura y potencia para cada estancia.
- Gran eficiencia energética, ahorrando hasta un 50% de energía al año.
- Distribución uniforme del aire por toda la casa.
Desventajas de este sistema
- Necesita hacer un mínimo de obra, porque requiere de un buen espacio y falso techo.
- Es más caro que un sistema de aire acondicionado tradicional como el split.
- Es una instalación algo más compleja y si la temperatura es muy baja, puede reducir su rendimiento.
¿Cuántos años dura un aire acondicionado por conductos?
Si los instaladores de aire acondicionado por conductos han sido profesionales, y le das un buen mantenimiento puede durar entre 15 y 20 años. Sigue siendo importante hacer revisiones periódicas para limpiar los filtros, revisar el gas refrigerante, verificar las compuertas y hacer un control de fugas en los conductos.
Creo que también merece la pena destacar la eficiencia energética que supone. Los equipos actuales suelen contar ya con tecnología inverter y el mejor etiquetado energético posible, la A, así que reduces bastante tu consumo eléctrico, cuidas el medio ambiente, y amortizas antes lo que hayas invertido en el aire acondicionado por conductos.
Como ves, saber cómo funciona el aire acondicionado por conductos no solo te ayuda a valorar si es la opción ideal para tu casa, sino que te permite entender mejor su mantenimiento y las posibilidades de ahorro a largo plazo.
Si buscas una solución de climatización potente, silenciosa y estética para tu vivienda o local comercial, este sistema puede ser una gran inversión. Y recuerda, contar con instaladores profesionales es muy importante para garantizar un funcionamiento eficiente.